Si has llegado hasta aquí es porque estás a punto de dar el sí quiero y es probable que te asalten algunas o muchas dudas sobre tu boda, sobre los proveedores e incluso sobre a quién invitar o a quién no (creo que es muy dura la reflexión que acompaña a esta decisión).
Yo soy Sílvia y soy maquilladora y peluquera especializada en recogidos y aprovechando los 6 años que llevo maquillando y peinando novias y asistiendo a sus bodas durante la preparación te voy a dar algunos consejos que creo que son útiles tanto para ti como para tu pareja.
Tómate un respiro: tu boda merece ilusión, no estrés
¡Para! Para y piensa. El proceso de creación de una boda puede ser muy estresante y más si lo haces sin wedding planner, así que cuando te sientas desbordada para y piensa. Recuerda que por norma general sólo vas a casarte una vez y conviene que lo hagas desde la ilusión y no desde el estrés, así que cuando no puedas más date un tiempo y retoma los preparativos cuando te sientas preparada. Todo puede esperar.
Rodéate de personas que sumen: elige bien con quién preparar tu boda
Busca una ayuda sana. Durante la preparación de las bodas la gente suele desesperarse e incluso puede que encuentres algún familiar que vela más por sus intereses que por los tuyos, así que es importante decidir honestamente quién puede ayudarte mejor con los preparativos: quién va a acompañarte a elegir el vestido, a elegir maquilladora, a elegir catering, etc., no te sientas comprometida, insisto que la boda es para ti y tu pareja y es lógico estresarse, así que busca en quien poder delegar y confiar.
Disfruta el momento: tu boda será inolvidable, aun con los imprevistos
El tiempo es oro. No he escuchado ni una sola novia que me diga que se aburrió en su boda, que todo salió mal o que se le hizo largo. Los preparativos suelen ser tediosos e incluso demorarse más de un año, pero la boda pasa por delante tuyo en segundos, así que cuando llegue tu día relájate porque es el momento de disfrutar, llevas muchas horas invertidas en que todo salga bien y a veces hay imprevistos, pero pase lo que pase, todo saldrá bien y será un día memorable.
Acepta lo incontrolable: enfócate en lo que puedes controlar el día de tu boda
Suelta el control. Yo soy la primera que recomienda llevar huevos a las clarisas para que no llueva, pero sinceramente no sé hasta qué punto es conveniente que no llueva ningún día. La meteorología, las lesiones, las enfermedades, los partos,… Hay tantos elementos que no puedes controlar el día de tu boda que es mejor que asumas que no puedes controlarlo todo y que impliques tus energías en las cosas que sí puedes controlar, como el menú, el espacio, tu estilista, tu vestido, etc.
Disfruta el camino: haz que los preparativos de tu boda sean tan especiales como el gran día
Disfruta de los procesos. Los preparativos duran muchísimo más tiempo que la propia boda, así que sería un error no incluirlos en ella: busca momentos con tu pareja para dedicaros juntos a buscar información, disfruta de las pruebas de menú como si fueran vuestras últimas citas antes de ser un matrimonio o poned a prueba la lencería de la boda si estáis muy estresados. Sea como sea, no os enfoquéis sólo en un resultado, sino en un proceso completo e intenso.
Estos son sólo algunos consejos que les doy a mis novias cuando puedo y sé que pueden parecer algo utópicas, pero es un proceso muy personal y único, es importante no desquiciarse demasiado por el camino.
